La agencia que encabeza la fuerza nacional de deportaciones del gobierno anunció el inicio de una serie de redadas en las denominadas jurisdicciones (ciudades) santuario comenzando este fin de semana en California.
Los operativos forman parte de una estrategia de la Casa Blanca para fortalecer el mensaje antiinmigrante del presidente Donald Trump faltando poco más de cuatro semanas para las elecciones presidenciales.
A comienzos de septiembre la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) anunció el fin de las redadas por la pandemia y dijo que en un operativo de varias semanas había arrestado a 2,000 inmigrantes, la mayoría con antecedentes criminales.
ICE asegura que tanto los inmigrantes con faltas como aquellos detenidos por permanecer indocumentados en Estados Unidos se han convertido en deportables o inadmisibles en el país.
“Lamentablemente lo que uno hace en el pasado tiene mucho que ver en el presente y en el futuro”, dice Nelson Castillo, un doctor en la ley de inmigración que ejerce en Los Ángeles (California). “Por eso el mejor consejo que uno pude darle a las personas, sobre todo en estos tiempos, es que no tengan récord criminal, que se porten bien”.